El otro día después de una dura jornada de estudio decidí ir a tomarme una coca cola y a echar una diana con mi amigo R.L., tal fue nuestra sorpresa cuando al poco tiempo de haber echado el dinero necesario para que la máquina se pusiera en marcha, un grupo de cuarentones capitaneados por una mujer de color (negra) se pusiesen a bailar salsa detrás de nosotros dos.
El rato fue divertido porque nos estabamos partiendo el culo viendo a esa panda de torpes intentando seguirle la marcha a la monitora que les guiaba sin conseguir mucho éxito.
Cuando al fin terminamos de jugar las dos dianas, salimos a la calle y le dije: que, unos bailecitos.
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3 comentarios:
Parece que ya le han encontrado el gustillo a esto de postear a diario
Te has topado con lo delicioso de las chorradas cotidianas. Sigue así y te convertirás en mi periodista favorito.
porque decis que mi blog de de piromanos o algo asi?
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